La opción más clásica, la que muchos queremos y la que muchos piden en sus proyectos de reformas: unificar la cocina con salón y comedor. ¿Por qué nos gusta? porque evidentemente multiplicamos los metros cuadrados aunque sea de forma visual. No obstante, las ventajas de tirar muros entre la cocina y nuestro salón no se queda únicamente ahí. También contaremos con un espacio multifuncional en el que estaremos todos juntos, ya sea cuando organicemos una velada con familiares amigos o cuando estemos cocinando si queremos vigilar a los niños.
En esto de las cocinas abiertas al salón hay muchos detractores. La mayoría asegura que no soportaría el olor que se extiende. Siendo sinceros, una buena campana extractora ayuda con los humos. Además, tener una cocina en una habitación no impedirá que igualmente el olor de los alimentos se expanda por la casa.