Tendemos a pensar que el salón sólo es un lugar para ver la televisión. Que con un sofá y una gran pantalla tenemos más que suficiente. Lo cierto es que no. Quizá sea el momento de hacerlo mucho más funcional y cálido. Coloca una gran alfombra, una mesa de centro y mesas auxiliares. Preocúpate de las paredes, añadiendo cuadros o ilustraciones y ubica un gran butacón para crear un rincón de lectura. Haz de tu salón un lugar agradable para las visitas y para toda la familia, en el que reunirse no necesariamente esté vinculado a ver el programa nocturno de la semana.