Los muebles metálicos no se han ido nunca, eso es así. Muchos aseguran que la estética industrial ya está flojeando, aunque los catálogos de las marcas de mobiliario digan lo contrario. Aun así, no hablaremos de los muebles de metal en sí, nos centraremos en el oro. Durante mucho tiempo el cobre fue el gran elegido para los ambientes, ahora, el dorado entra con bastante fuerza.
No sólo vamos a encontrar dorados en patas de mesa y sillas. El oro se mete de lleno en elementos decorativos más pequeños, como por ejemplo en la iluminación. Es más, su importancia en el interiorismo está ganando tanto terreno que también podemos encontrar grifería para baños y cocinas con este acabado. No podemos negar que, con otras tendencias, como el uso del mármol, este acabado queda francamente bien.