Si eres un apasionado de la roja, está claro que el color que debes incluir este verano en casa es precisamente el rojo. Cuidado, es un color complicado. Es fuerte y potente. Si abusamos de esta tonalidad, en todas sus variantes, las estancias podrían empequeñecerse. Además, una superficie demasiado grande pintada de rojo puede perturbar nuestra tranquilidad (según la psicología del color). No obstante, siempre es posible usarla en pequeñas dosis.
Una pared estratégica, por ejemplo. Una pared pequeña que contraste con el resto de la estancia, a poder ser blanca. También podrías incluir el rojo en tus exteriores, pues parece que al aire libre su potencia se reduce. Usa sillas rojas o un armario de este color. Y para los que quieren meterse aún más dentro de las tonalidades de la selección, mezclar amarillo y rojo será la solución. Dos butacones, por ejemplo, rodeados de blanco y madera, pueden ser perfectos.