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Visto en: Seawashed
En otoño e invierno abundan los días grises, además se hace de noche muy pronto, lo que afecta al estado de ánimo de muchas personas. Por eso, cuando llega verano, el cuerpo pide luz natural, pide exprimir las horas del día y rodearse de colores frescos, como el blanco. Razón de más para pintar toda tu casa de blanco y potenciar las entradas de luz natural. Que rebote por todas las estancias y te contagie esa energía que desprende.