Existen cuatro líneas de ayudas: para edificios, para viviendas particulares, para elaborar los proyectos y para la elaboración del conocido como “Libro del edificio”, un documento que necesitarán todos los inmuebles plurifamiliares.
En cuanto a los requisitos básicos para optar a estas subvenciones, destaca que al menos el 50% del edificio debe tener un uso residencial y que, además, las medida que se apliquen supondrán una reducción mínima del 30% en el consumo de energía no renovable. Esta disminución mínima implicará una ayuda de partida del 40% del presupuesto de la reforma, con un máximo de 6.300 euros por vivienda.
En el caso de que la bajada del consumo de energía primaria esté entre el 45% y el 60%, la ayuda ascenderá al 65% del presupuesto, con un máximo de 11.600 euros por vivienda. Si el ahorro es igual o mayor al 60%, la subvención llegaría hasta el 80%, con un máximo de 18.800 euros por vivienda.