Pero de madera de verdad. Se clasifican sobretodo en parqués macizos o preacabados. ¿En qué se diferencian? pues es fácil, los macizos que trabajan directamente en tu casa (allí los encolan, lijan y barnizan). Y los segundos se colocan y encolan de forma flotante. Como te imaginarás los macizos son bastante más caros que los preacabados, pero tampoco lucen igual. ¿Y hay variedad de ambos? claro, desde los clásicos que imaginas de roble o nogal, a otros de maderas más caras y exóticas (Iroko, wengué, jatoba...) dependiendo del material usado y la forma de instalación, el precio sube o baja. Por supuesto cuanto más complejo sea el diseño que buscas, más caro. Si te decides por uno de estos pide que usen pegamentos o barnices ecológicos, subirá un poco la factura pero a cambio tendrás la garantía de que no contaminan ni en su aplicación ni producción. Además son ignífugos e hidrófugos.