La alternativa perfecta para los que quieren reformar sus casas sin grandes obras. Este revestimiento continuo se puede instalar sobre el viejo pavimento sin dejar juntas y con un acabado perfectamente liso. No requiere cepillar las puertas ni rebajarlas y se adhiere perfectamente a todo tipo de superficies. Además de en suelos, se puede usar en paredes incluso en zonas expuestas a la humedad, como cocinas baños o hasta en platos de ducha. No es económico de instalar (entre 40 y 100€ el m², dependiendo de la cantidad de metros y la complejidad del trabajo), pero piensa que su instalación es rápida y te ahorrarás la mano de obra de todo el desescombro. ¿Y cómo se limpia? con agua y cualquier limpiador neutro. Igual que la madera, se puede tratar de forma profesional cada 5 o 6 años para que recupere la apariencia de nuevo del principio.