Restaurar muebles nos encanta. Es una manera fantástica de devolverlos a la vida ahorrando residuos, y dinero. Pero siempre no se puede. Esos muebles de jardín que tan baratos te salieron, llegaron a su punto de caducidad y poco más se puede hacer por ellos. Te hablo de tumbonas, sillas o sombrillas que acaban destrozadas por el viento, el sol o la sal. De ahí que sea fundamental invertir en muebles de materiales adecuados y duraderos, o en soluciones de obra que nunca te van a fallar. Invierte bien por ti y sobre todo ¡por el planeta! por cierto, las plantas de la terraza que acabaron muriendo, no van a resucitar. Da mucha lástima pero también han de ir fuera. En otoño (y si haces bien los deberes y las preparas, también en invierno) se pueden seguir usando las terrazas.