Una escena que no resulta desconocida en los meses del calendario cuando el frío aprieta. Aparecen manchas de humedad en paredes, debajo de las ventanas e incluso en los armarios. La respuesta está en la humedad por condensación como causa más frecuente debido sobre todo a la diferencia de temperatura en invierno que hay entre el interior de un inmueble y el exterior.
Humedades que sobre todo aparecen si además de todo esto se suma una vivienda que se encuentra en zonas costeras o donde los días de lluvia son muy constantes.
Por ello es importante tener todo esto en cuenta ya no solo por un tema estético; sino que si esas humedades no se tratan a tiempo pueden llegar a afectar no solo a la estructura del edificio, sino también a la salud de las personas que lo ocupan. Una situación que se agrava, si cabe, cuando se viven temporales como los mencionados anteriormente.