Con el sol, el cloro y la falta de una limpieza correcta, muchos bañadores se acaban pasando. No te hablamos de las gomas que se pueden cambiar, sino de esos tejidos que se pasan y ya no habrá forma de recuperar. Lo mismo, con esos trapitos que te has puesto día sí día también (porque te venían genial para bajar a la piscina, o sentarte en la arena de la playa), pero ya han perdido forma y hasta color. Es muy difícil que te los vuelvas a poner. ¿Qué hacemos? pues solo queda hacer trapos (aunque con las bayetas de microfibra la limpieza es en todo mejor), o tirarlos a un punto limpio de recogida de ropa. Lo que sea pero no los metas en tu armario.
¿Y tú, sueles hacer la típica limpieza de otoño? ¿Qué cosas de la lista te ha sorprendido descubrir en casa? seguro que nos hemos dejado algo. Ayúdanos dejando un comentario.