Mantener la esencia
La intervención busca ser respetuosa con la edificación original a la vez que adopta un lenguaje inequívocamente moderno que permite diferenciar, con claridad, lo nuevo de lo antiguo. Para ello, se recrecen los muros perimetrales de las fachadas sur, este y oeste con la misma técnica y material que el original y se enmarcan aberturas y esquinas con sillares de granito abujardado, al igual que los existentes, pero de geometría regular, al estar cortados con medios mecánicos. Asimismo, la geometría de las nuevas aberturas, una "ventana corrida" en planta primera y un hueco cuadrado en la planta lagar, permiten diferenciarse fácilmente de los huecos existentes, de geometría rectangular y directriz vertical. La cubierta, con la misma inclinación que la original y acabado también cerámico, sobresale, contundentemente, del plano de fachada para evitar la escorrentía existente en los lienzos este y oeste y perfilar, con una linea de sombra, los muros perimetrales.
En esta imagen se muestra la comparativa entre la fachada original y la resultante de la intervención. Hacer constar que los machones intermedios de la "ventana corrida" se retrasan de la alineación de fachada y se revocan con mortero de árido terroso, permitiendo pasar el alfeizar y minimizando así su impacto visual, que podría haber desdibujado la mencionada "ventana corrida".