Había llegado el momento de proyectar la casa a prueba de “juguetes” y aunque diseñar para otro diseñador puede sin duda ser complicado, en este caso dio pie lo lúdico y a la diversión, permitiéndonos cuestionar el papel protagónico de lo construido dentro del ámbito doméstico, y concediéndonos la oportunidad de plantear preguntas que, como las de los niños, quizás resultarían incómodas: ¿Puede la “sacrosanta arquitectura”ser un mero telón de fondo tras los verdaderos y protagónicos objetos de diseño? cómo puede el fondo devenir en figura sin dejar de serlo? las respuestas a las anteriores son tan claras, prácticas y sencillas como esta casa: si!, un telón de fondo luminoso pulcro y cómodo, que mediante aleatorias y potentes manchas de color, se transforma en objeto, marco o fondo según el momento, el encuadre y el foco con el que se mire.