Hacer un esfuerzo por sintetizar el espacio del que realmente disponemos en nuestra en casa es fundamental, porque lo primordial es que ese espacio cumpla con su función, que no es otra que albergar los elementos que necesitamos en nuestro día a día.
Por eso, lo mejor es que pensemos en nuestra vivienda de abajo hacia arriba, o lo que es lo mismo: que pensemos en vertical y no en horizontal como normalmente soleos hacer.
Aunque estamos acostumbrados a la referencia de los metros cuadrados, realmente el espacio que nosotros ocupamos en una casa es tridimensional; así que ha llegado el momento de empezar a pensar en metros cúbicos en vez de en metros cuadrados. Las dobles alturas en una vivienda son una solución eficaz cuando, por ejemplo, la estancia tiene de alto 3,5 metros o más, ya que puedes aprovechar esa altura para crear un altillo para guardar cosas o un pequeño espacio superior donde ubicar una cama y una mesilla de noche.