El baño, se oculta en planta baja tras las paredes de madera, al ser un espacio interior se necesitaba buscar alguna forma de introducir la luz natural en el interior de la estancia. Así, la pared enfrentada a la ventana se vuelve translucida y transmite la luz hasta dentro del baño donde se multiplica al reflejarse en el cristal del lavamanos. Una solución inteligente, basada en la lógica constructiva.
Los revestimientos son sencillos y elegantes, repiten el esquema del resto de la vivienda. Las mismas baldosas de porcelanato de 60x60 cm que envuelven el pavimento, se utilizan también para el alicatado de paredes y el mueble del lavabo y la encimera se realiza en roble natural con un tratamiento antihumedad. El gran protagonista del baño es el lavamanos de piedra, que aporta un toque diferenciador.