Otro de los grandes olvidados son los desagües de los baño y olvidarnos no es nada bueno porque antes o después, tendremos que afrontar sus consecuencias. Lo primero que hay que evitar es que se cuelen pelos, restos de pasta de dientes o maquillaje porque poco a poco, van dejando poso y van bloqueando el desagüe. Al final, no nos quedará más remedio que acudir a un fontanero. Pero si una vez a la semana llevas a cabo esta práctica, lo evitarás: vierte un vaso de agua hirviendo y deja que actúe al menos 4 horas. A continuación, echa 4 cucharadas de bicarbonato y medio vaso de vinagre. Oirás cómo las tuberías comienzas a hacer ruido para desatascar los conductos. Deja que actúe toda la noche y notarás como al día siguiente, el desagüe vuelve a estar como nuevo.