Algunos las limpian con amoniaco, otros con soluciones antical y mucho esfuerzo, pero lo que de verdad funciona es secarla bien después de cada uso. Y te preguntarás: ¿Con la toalla? ¡No! hazlo con una espátula de goma (las venden en cualquier bazar) insistiendo bien en las esquinas y no dejando ni rastro de agua. Y de paso le das también al azulejo para que la cal tampoco haga allí de las suyas. Hecho esto, seca el grifo con un paño de algodón, y abre la ventana (en caso de que tengas). El airecito hará que termine de salir la humedad y tu mampara quede impoluta.
- Por cierto, ¿sabes que algunas mamparas ya vienen preparadas para no tener que secarlas? si vas a reformar tu baño, esta puede ser una buena opción.
¿Y tú, cómo llevas esto de las tareas domésticas? ¿Hay algún truco que te gustaría compartir con nosotros? nos encantaría que nos dejarais vuestras soluciones para hacer más llevaderas estas tareas dejando un comentario.