Por un lado, tenemos que hablar del gasto que hacemos con el agua sin darnos cuenta. Quizá dejemos el grifo abierto mientras nos lavamos los dientes. Es posible que enciendas la ducha un poco antes de meterte en ella para que salga el agua caliente. En el primer caso, simplemente apaga el grifo. En el segundo caso, hay sistemas de grifería que pueden ser muy interesantes. los grifos termostáticos que te permitirán dejar fija una temperatura.
Además, el gasto en agua embotellada también se puede evitar. En muchas ciudades de españa, el agua del grifo es excelente. No obstante, si vives en una ciudad con agua con demasiada cal, o de mala calidad, puedes invertir en un buen filtro. Sí, es una inversión inicial grande, pero a la larga se ahorra dinero.