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Es un clásico. La cerámica es muy resistente y no te va a dar mucho trabajo mantenerla limpia. Esa es una de las razones por las que no ha pasado de moda, y se coloca en casi cualquier lugar. Además, ahora puedes encontrar modelos que imitan perfectamente la madera. Y eso nos va de perlas para colocarlo en la cocina o en el baño, aportando mucha calidez. Tendrás el efecto de la madera, sin tener que pasar por el martirio de cuidarla y tratarla.