La calefacción por infrarrojos funciona emitiendo radiaciones infrarrojas que calientan los objetos y las personas directamente, en lugar de calentar el aire como lo hacen otros sistemas de calefacción convencionales. Las unidades de calefacción por infrarrojos están equipadas con paneles o tubos emisores que generan calor al ser energizados eléctricamente. Estos paneles o tubos emisores están hechos de materiales que pueden emitir radiaciones infrarrojas de onda larga.
Cuando los paneles emisores se calientan, comienzan a emitir radiación infrarroja de onda larga hacia los objetos y las personas en la habitación. Cuando esta radiación infrarroja golpea una superficie, se transforma en calor, proporcionando una sensación de calidez similar a la que produce la luz solar.
A diferencia de los sistemas de calefacción convencionales, que calientan el aire de la habitación, la calefacción por infrarrojos calienta directamente los objetos y las personas en su trayectoria. Esto evita la pérdida de calor por ventilación y circulación del aire, lo que resulta en un ambiente más eficiente y confortable.
Además, la calefacción por infrarrojos es flexible y se puede utilizar en diferentes configuraciones. Puede instalarse en el techo, en las paredes o como paneles portátiles. también se puede utilizar en exteriores, como en terrazas o patios.