En lugar de comprar un mueble cada vez que tus necesidades cambian, es mucho mejor apostar por una pieza que se pueda adaptar a tus nuevas necesidades. Te pongo un ejemplo: las camas de los niños. En vez de cambiar varias veces, apuesta desde el principio por una cama extensible que pegue el estirón con tus hijos, sin que se resienta tu cartera. sundvik (199€) por ejemplo, tiene una longitud mínima de 137 y una máxima de 207 cm, con 100 kg de peso máximo. Desde luego da para muchas "crecidas". ¿Más ejemplos? tu despacho. Ahora que trabajamos mucho en casa es normal que te falte sitio para guardar. ¿Solución? muebles que crezcan a lo alto y/o a lo ancho. La serie besta, es perfecta para esto, también ivar o platsa porque se adaptan al hueco y te regalan todo el espacio que te hace falta para guardar, sin tirar la casa por la ventana.