Este proyecto es una mención a la optimización del espacio; la clave está en la construcción en vertical y en explotar la altura para ganar espacio. Se plantea un edificio formado por diferentes plantas, o entresuelos, colocadas en diagonal entre ellas y conectadas por una escalera que se coloca en el vacío que se forma entre las diferentes plantas. Estos entresuelos fueron construyéndose a medida que el presupuesto lo iba permitiendo, dando como resultado una construcción con diferentes fases de proyecto.
Con la común apariencia de casa de dos plantas que ofrece la fachada, de ninguna manera nos podríamos imaginar el entramado que discurre por su interior; cinco entresuelos equivalentes a tres plantas reales. Optimización a niveles extraordinarios.