Sabemos que nuestras casas lucen mejor (y se calientan más) si dejamos que la luz natural y rayos del sol, lo inunden todo. Pero si además de llenarlas de luz dejan pasar el frío o los ruidos de la calle, puede que haya llegado el momento de cambiar las ventanas. Fíjate no sólo en que te gusten más o menos, los tipos de vidrios y perfiles cuentan, igual que la orientación de tu casa. ¿Sabes que ya se fabrican ventanas de aluminio reciclado? apaga las luces, pásate al LED (sin olvidarte de llevar las viejas bombillas al punto de recogida), desconecta los aparatos que no uses, utiliza electrodomésticos y calefacción eficientes (las calderas de condensación rinden mejor y consumen menos que las convencionales) y plantéate instalar un sistema domótico que mantenga el consumo de tu casa a raya con cero excepciones.