Si eres de los que cocina mucho, tu placa se resentirá un poco, pero mantenerla en buen estado es más fácil de lo que crees. Utiliza un estropajo (que no raye) para eliminar los restos de comida que estén pegados y si eso no fuera suficiente, deja actuar un producto específico sobre la placa y pasados unos 15 minutos, retira con papel de cocina. eso sí, la placa debe estar fría en todo momento.
Para la campana, ahí sí será necesario que desmontes (es muy fácil) los filtros de la parte superior, que es donde se acumula principalmente la suciedad y grasa cuando cocinamos. Déjalos en remojo bajo agua caliente y jabón para que la grasa se vaya haciendo más suave y después sea más sencilla eliminarla. Para darle brillo a la campana, utilizar una mezcla de bicarbonato y vinagre blanco.