Muchas veces el gran problema de una casa es el suelo. Se cambia el color de la pared, se compran muebles y decoración nueva, pero no acaba de gustarnos el resultado. Es normal, el suelo es un elemento básico y determinante. Por suerte ahora contamos con suelos vinílicos en lamas click o autoadhesivos muy rápidos y fáciles de instalar. No hacen nada de polvo porque se cortan con un cúter y se pueden usar en cocinas, baños, zonas de mucho paso... Se pueden barrer, aspirar con el robot, fregar. Son muy fáciles de mantener y no piden nada de mantenimiento. La única pega que te puedes encontrar es que tus puertas rocen un poquito por debajo (no pasa siempre, pero a veces ocurre), en ese caso puedes pedir que te las rebajen en el taller para no manchar nada en casa. Y si te gusta el acabado y virtudes de un suelo cerámico, tienes la opción de buscar uno de mínimo grosor que se instalan sin obra y sin levantar el viejo suelo. Eso sí, hacen más polvo al instalarlos que los otros.