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Visto en:
Caterina Esposito
Precisamente porque el blanco es el color más habitual que solemos ver en las cocinas nórdicas, este nos permite introducir otros colores más o menos intensos de mil formas. Podemos hacerlo a través de los detalles, a través del mobiliario, de los tiradores...pero también a través de la pintura.
En esta ocasión, un arco de color verde conecta y separa al mismo tiempo la cocina del salón, de forma original y divertida. Una manera muy sencilla de darle más personalidad a una pequeña cocina nórdica.