Esta intervención está marcada por el derroche de ingenio y funcionalidad, sobre un lienzo en blanco y dos grandes ventanales que iluminan toda la estancia, se distribuyen perimetralmente un sinfín de posibilidades, ya que los muebles están hechos para funcionar de diferentes maneras; sofás que son despensas, armarios que se convierten en mesas de oficina y paredes perforadas para albergar estanterías o iluminar el espacio. En este apartamento no hay rincón que no haya sido proyectado.
Ideas brillantes: adaptarse a los imprevistos con soluciones innovadoras. La cocina condicionada por las instalaciones, debía colocarse en una zona de paso. Se colocó una manta isotérmica dorada, para ocultarla cuando no estaba en uso, y... ¡problema resuelto!