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Visto en: RAS Arquitectura
Se accede a la vivienda a través de un vestíbulo equipado con grandes estanterías, y tras un giro de noventa grados se entra en el espacio continuo de cocina, comedor y salón, pero no es éste un espacio que se descubra de una sola mirada: en primer lugar se encuentra la cocina, amplia y generosa, formada por dos brazos de distinta profundidad a modo de tetris, con una isla que delimita el propio lugar de la cocina para dar comienzo al comedor, pero justo en este límite, descubrimos que las paredes giran 45 grados e insinúan un camino que se desliza hacia otras estancias.