A la hora de escoger ventanas, podemos optar por varios sistemas de apertura. Los principales son los practicables y los deslizantes. Los sistemas practicables son quizá los más demandados, tanto en ventanas como en puertas acristaladas. Son unos sistemas que giran sobre los herrajes situados en el lateral de las hojas y proporcionan una apertura total del hueco.
En los espacios más amplios, este tipo de ventanas funcionan bien. No obstante, hay que tener en cuenta que las ventanas deslizantes pueden ser más apropiadas si queremos aprovechar al máximo el espacio (recuerda que al abrir una ventana practicable dejarás partes de la pared contigua ocupada y necesitarás disponer de espacio para abrirla).
Por otro lado, los sistemas deslizantes consiguen que la perfilería sea mucho más sutil, dejando a la vista el paisaje. Además, las hojas se desplazan de forma horizontal sobre un carril guía y no ocupan nada al abrirse. Actualmente hay soluciones que permiten la apertura de grandes superficies, como las que ofrece veka con su Vekaslide. Un sistema deslizante que además, contribuye al ahorro de energía gracias a sus perfiles multicámara. Se adapta a las grandes superficies con un máximo rendimiento y sin pérdida alguna de energía.
Aparte de estos dos sistemas, otro de los más demandados es el de apertura oscilobatiente. Son ventanas que combinan dos tipos de apertura, la practicable y otra que tiene una función que permite abrirla solo un poco por la parte superior. Este combina las ventajas de la apertura lateral de las practicables y la inclinada del modo batiente. El primero facilita la limpieza y, el segundo permite airear la estancia con facilidad sin necesidad de dejar abierta toda la ventana.