Limpiadores comerciales hay muchos, y todos suelen tener las mismas fórmulas: tensoactivos, desengrasantes, alcohol, aromas… uno de los problemas que suelen plantear es que, aunque eliminan bien la suciedad, cuesta mucho aclarar el cristal y quitar los restos por completo. Si el cristal está muy sucio, resulta imprescindible emplear uno de estos productos. pero en lugar de utilizarlo tal cual, apúntate este truco: mezcla 1 parte de agua caliente, 1 parte de alcohol de quemar y 1 parte de limpiacristales. Quedarán menos restos y serán más fáciles de eliminar.
Los productos de limpieza caseros de toda la vida son la mejor solución. Son económicos, ecológicos y están siempre a mano. para limpiar cristales de forma impecable sin dejar ni rastro, mezcla 1 parte de agua muy caliente (puede ser como sale del grifo) y 1 parte de vinagre. ¿La tienes? pues sigue los pasos que aparecen a continuación y lograrás un resultado impecable.