Las patas de los muebles de madera se deterioran bastante por culpa de la humedad (y como decía mi carpintero: por pasar demasiado cerca la fregona). Una forma rápida de darles un cambio de look instantáneo es invertir en patas nuevas. Fíjate en la rosca (sobre todo si no estás muy puesto con las herramientas), y pon otras más modernas que encajen sin problema. De todas formas, si fueran distintas, no es difícil acoplar unas nuevas (eso sí, igual tienes que tirar de amigos o vecinos para que te faciliten herramienta adecuada). También hay quien pone patas a un mueble básico, haciéndolo así más chic o vintage. O incluso ruedas, para darle un aire industrial. ¿Has oído hablar de los muebles con efecto "dip" o sumergido? consiste en pintar de otro color las patas, hasta una determinada altura. ¡Pruébalo! si no te gusta, la solución es fácil y rápida: nueva mano de pintura a todo el mueble, ¡y aquí no ha pasado nada!