La madera, además de ser muy decorativa, ayuda a proteger las paredes de las rozaduras o las temidas humedades. Además de la de verdad, existe la versión decorativa para facilitar aún más su aplicación. Forrar la habitación entera quizás es una opción demasiado arriesgada, pero hacer como aquí y estirar el suelo hasta la altura del cabecero, ayuda a prolongar la estancia y le da muchísima calidez.
En esta habitación la mezclan con ladrillo blanco (imitable también con papel pintado), y pocos muebles, pero bien escogidos para que la estancia no pierda el carácter calmado que requiere. Mira el armario lacado en blanco: pasa "casi" inadvertido, cumpliendo perfectamente su función. ¿Y la luz del techo? es una tira de LED. En dormitorios se está usando mucho sobre el cabecero para aportar una iluminación discreta y muy cálida.