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Las paredes de ladrillo son uno de los elementos con más personalidad a la hora de decorar estancias; entonces, ¿por qué no utilizarlo para nuestro dormitorio? en esta ocasión, solo tendrás que introducir una o varias paredes de ladrillo visto, dejándolo sin recubrir. si lo prefieres, puedes pintarlas de blanco haciendo que resalten esos desperfectos que crean un aspecto envejecido. Convirtiendo tu espacio más personal en un lugar muy singular y original que transmitirá frescura y juventud. ¡Un estilo grunge muy actual!