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Visto en: Egue y Seta
Merece la pena fijarse en ellas e invertir unos pocos días en pintarlas de otro color, añadirles unas molduras o recuperar esa belleza natural que hace tiempo que perdieron. Las más antiguas y macizas (especialmente si no eres un especialista) es mejor que las pongas en manos de un profesional. Además de poderse restaurar, está la opción de lacarlas para que luzcan impecables y perfectas. Las de aglomerado, nos dan margen para pintarlas nosotros mismos. Y si lo de la brocha no va contigo (o te da miedo meter la pata) puedes aprovechar los días libres para limpiarlas a fondo y cambiarles las manillas o los cristales. Parecerán otras.