La pregunta del millón. Con todas estas variables, ya has podido hacerte a la idea de que, aunque son dos productos muy similares y que comparten muchas características, tienen también importantes diferencias. A ambos se les cataloga de la misma forma: “panel de madera estructural” y han pasado de estar relegados con prejuicios a ser materiales ampliamente usados. Tanto uno como otro funcionan bien en estéticas industriales o de inspiración escandinava, si bien el contrachapado permite acabados más diferentes. Es también más resistente a la humedad. Sin embargo, los OSB ganan por goleada respecto al precio y respecto a la resistencia general, lo que hace que la balanza pueda inclinarse en su uso. Para la gran mayoría de usos, el OSB es una alternativa que significa un ahorro importante, sin embargo, en contextos de humedad persistente, el contrachapado sigue siendo una mejor opción.