Antes de elegir el tipo de pintura, hay que tener en cuenta una serie de variables como la zona en la que está la casa (si llueve con frecuencia, si hay humedad en el ambiente, si hace mucho calor...). Todos estos condicionantes pueden ser decisivos a la hora de elegir un tipo de pintura, ya que las hay para todo tipo de fachadas. Además, tendrás que tener en cuenta también el estado de la fachada: es decir, si la fachada está deteriorada, convendrá restaurarla antes de pintarla, si hay grietas, hay humedades, moho...
Una vez realizado el primer paso, ya podemos proceder a la elección de la pintura, que para exteriores, la acrílica suele ser la más recomendable. Suelen ser muy fáciles de aplicar y suelen durar unos 3 años, aunque depende de la climatología de la zona. Hay otro tipo de pintura muy buena también para exteriores: la siloxane, que es impermeable y para zonas donde hay bastante humedad, suele ser más recomendable y duradera.