Organizar y saber qué guardar nos dará la calve para poder diseñar el espacio que necesitamos en el trastero. Tendremos que fijarnos en el volumen y peso de las cosas que queremos guardar y ver de qué manera podrían organizarse mejor. En este trastero hay cabida para muchas cosas, muchas de ellas saldrán en contadas ocasiones, otras podrán salir más veces. Lo que está claro es que debemos priorizar la funcionalidad. No es cuestión de apilar sin más. Esto es siempre un error.
Ante todo, piensa que en un trastero solemos tener dos tipos de categorías de cosas: las abandonadas y las temporales. Las primeras son las que vamos a dejar más tiempo y, seguramente, terminaremos olvidando hasta que alguien nos las recuerde. Las segundas se usarán con más frecuencia, como los adornos navideños o la ropa de otra temporada. Estas deben estar mucho más accesibles, pero no sólo eso, debeos pensar el espacio que queremos reservar para cada categoría. Quizá no sea tan buena idea guardar tantos objetos abandonados y dejar más espacio a las cosas temporales ¿no?