El chalet lo compró una familia con un niño, la casa no estaba acabada del todo. Los arquitectos modificaron un poco la distribución, cambiando la ubicación de la cocina para integrarla al salón y la distribución de los baños. 

Para el pavimento de planta baja y sótano se utilizó baldosa cerámica, imitación de madera gris, favoreciendo así el funcionamiento del suelo radiante. En la planta primera se colocó madera de roble, para que sea más agradable pisar el suelo después de despertarse. 

Para favorecer la eficiencia energética, muy importante para la familia, se colocaron ventanas de PVC en blanco, porque retienen más calor/frió en la casa. 

El armario del dormitorio principal está hecho a medida y es un diseño del estudio. Casi toda la casa esta pintada en blanco con la excepción de los dormitorios de planta alta, que son de azul grisáceo claro. La iluminación en todas las estancias es tipo led, además el salón tiene una fosa perimetral para tener luz indirecta.

La cocina cuenta con una península con encimera de granito Cheyene. 

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