La iluminación en la cocina es importantísima a la hora de ponernos el delantal y empezar a trabajar. Si tienes la suerte de tener luz natural no le des más vueltas, pero si tu cocina no tiene mucha luz hay que buscar alternativas. La luz general la pueden aportar focos empotrados o downlight, complementándose con puntos específicos de luz en el área de trabajo sobre la que más vamos a trabajar: ¡la encimera! nunca hay que dejar ningún punto de la cocina a oscuras. Usa un interruptor diferente para cada zona. Puedes colocar unas tiras de luz LED bajo los muebles altos; instalar regletas o lámparas colgantes. Y si tienes una mesa o una isla, aprovecha para colocar una iluminación decorativa que además de iluminar de un toque distinto a esta zona. ¡Ah... Y apuesta por los LEDs si quieres disfrutar de un consumo mínimo!