Sin que te des cuenta, el cambio de algunos hábitos que haces en tu día a día te permitirán poco a poco ir reduciendo tu factura. Por ejemplo, si tus electrodomésticos cuentan con el modo stand by apágalos por las noches o si pasas temporadas fuera de casa ya que, si continúan en stand by seguirán consumiendo energía. Este sencillo gesto puede devolverte unos 50 euros al año.
Cuando vayas a poner la calefacción no te pases con la temperatura. Lo ideal es que en invierno esté entre unos 18-20º para tener todo el confort y el bienestar. Recuerda esto, por cada grado que sumes, sobre todo a partir de 21º, el consumo puede elevarse un 7%.
¿Has oído hablar del calor residual? Si en tu casa hay radiadores puedes apagar aquellos de habitaciones que estén en desuso o bien cerrarlos por la noche. Podrás dormir perfectamente con el calor que se ha acumulado durante todo el día en tu casa. Algo similar a lo que ocurre cuando estamos cocinando. Apaga el fuego cinco minutos antes de terminar la receta; esta saldrá de maravilla y ahorrarás un poco cada día.