En el mercado encontraremos muchos tipos de decapantes. Los químicos son los que mejores soluciones ofrecen en cuanto a acabados y rapidez. Podemos encontrar decapantes con cloruro de metileno. Es el que suelen escoger los restauradores de muebles por su rapidez. Ojo, que se trata de un decapante que puede quemar la piel, por lo que hay que tomar medidas de seguridad. Además, también habrá que usar mascarillas por los vapores y hacerlo siempre en un área ventilada.
Por otro lado, hay decapantes menos agresivos como los que cuentan con un químico llamado n-metilpirrolidona. Hacen gran trabajo a la hora de eliminar pintura y barnices, aunque son un poco más lentos. Su olor no es tan desagradable, aunque hay que seguir teniendo ciertas precauciones.
En el mercado también se encuentran los decapantes a base de agua, que no tienen humos fuertes y no queman la piel. No obstante, como era de esperar, estos decapantes son muchísimo más lentos y necesitan 24 horas para hacer efecto.