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Visto en:
Nils Holger Moormann
Como os veníamos comentando, a este artilugio no le falta de nada; tras subir las escaleras, dentro de las cuales, gracias a unos cajones, se puede almacenar una infinidad de objetos, llegamos a la “habitación”. Una cama corona el cubo y se hace partícipe de todo lo que sucede a su alrededor, para no perder detalle.
En otro de los costados, se enmarca la bicicleta del propietario en un lugar funcional como aparcamiento o a veces unas manos lo sostienen como trofeo tras su vitrina de color negro.