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Visto en: Amalia Urcola
Este pasillo, donde reina la elegancia y el orden, es un claro ejemplo de que muchas veces "menos es más". Sin llenarlo de elementos decorativos, resulta un ejemplo de buen gusto por cómo se planificó y se decoró. El color blanco prima a lo largo de todo el pasillo, aportando mucha luminosidad al mismo, a través de la luz que traspasa el vidrio y de la luz artificial a lo largo de todo el techo. Además del color blanco, unos preciosos suelos de madera nos recuerdan el maravilloso efecto que es pisar por aquí cada día. Y nada más. No hace falta nada más.