Si nos adentramos más específicamente en los pros y contras de cada una de las dos opciones, cabe señalar lo que ya se ha destacado: que las persianas, sobre todo, regulan la temperatura de dentro de las casas, la luz y la ventilación y nos aíslan de los ruidos del exterior.
Las persianas las puedes encontrar en varios materiales. Las más comunes son las de aluminio y de PVC, que deben ir siempre relacionadas con las ventanas. Con las persianas siempre vas a poder elegir más variedad de lamas -curvas, rectas- y más o menos grandes, así como las orientables, para regular la luz y darte la privacidad que desees-.
Asimismo, las persianas se pueden instalar independientemente o con motor, lo que facilita su manejo.
Si hablamos de los contra de poner persianas, el principal radica en el tema del cajón donde se enrolla la persiana, ya que si no está bien sellado de forma hermética puede generar pérdidas de energía y resulta poco estético. Además, dependiendo del tipo de casa que se tenga, las persianas hay veces que son menos decorativas y se rompen con más frecuencia de la deseada. Sin embargo, esto no supone realmente un problema, ya que no es tan difícil repararlas si sabes cómo arreglar unas persianas.