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Visto en:
Architetto Caterina Esposito
Tras esta capa de imprimación, es el momento de pintar. En el color ya mandas tú. Puedes pintar una puerta de blanco, o bien decantarte por colores vivos y divertidos. Quizá quieras apostar por un classic blue, que tanto se lleva.
Aplica pintura con el rodillo y empieza poco a poco, por una esquina. Puedes hacer pasadas cruzadas con el rodillo y luego en recto, para repasar las marcas. Recuerda no cargar el rodillo con mucha pintura, es mejor ir poniendo capas finas y luego cubrir.