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Visto en: Fernando Miranda Burgos
Nos encanta esta idea de separar sutilmente la entrada a la casa con la primera estancia con la que te encuentras: el salón. A diferencia de tener un tabique o una pared, tener unas puertas correderas nos permiten ya conectar con nuestro hogar nada más entrar y no toparnos con un muro. El hecho de tener una perfilería fina y en color negro también ayuda a separar conscientemente los espacios y a apostar por una forma decorativa y visualmente muy atractiva de hacerlo. ¡Claramente es un sí!