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Visto en: Sezam
Esas casas con un laberinto de habitaciones pequeñas y pasillos infinitos, pasaron a la historia. Las gurús de la decoración lo saben y por eso sus salones son espacios diáfanos y amplios en los que muy a menudo se integra la cocina: islas, penínsulas, puertas correderas de vidrio, o simplemente vanos abiertos, son el elemento de conexión para fusionar ambos espacios. Es habitual que en sus casas veamos pavimentos recuperados, mosaicos hidráulicos o continuos de microcemento, y paredes de ladrillo originales. Molduras y escayolas no faltan, tampoco las vigas o bovedillas vistas, ni la madera recuperada. ¡Atrévete a abrir fronteras en el tuyo y verás cómo ganas amplitud!