En uno de los extremos de la vivienda nos encontramos con el salón, se trata de un área abierta, diáfana, multifuncional e inundada por la luz, gracias a la decisión de crear huecos en los muros originales, reforzando la estructura. Un pórtico separa sutilmente las distintas áreas según sus funciones: comer, descansar, trabajar, reunirse...
En un deseo de querer mostrar la calidad constructiva original de la vivienda los techos originales se desnudan y se, pintan en blanco, esto es posible gracias a la maestría de los arquitectos capaces de idear un proyecto no solo desde una perspectiva estética y superficial, sino pensando en un esquema de instalaciones que permitiera liberar el techo en esta estancia para dejarlo visto.
Se consigue un espacio elegante e impactante, con una decoración que mezcla estilos: iluminación con lámparas de diseño o carriles electrificados con focos al estilo industrial, un mobiliario que une piezas lo modernas y tradicionales, notas de estilo tropical... ¡Toda una lección de combinación en perfecta armonía!