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Un espacio abuhardillado siempre nos encanta porque resulta muy acogedor. Que el salón tenga salida directa a la terraza asegura vistas, luminosidad y una vía de escape si tu cuñado se pone pesado discutiendo sobre si es o no penalti. Nos encanta la combinación cromática, los materiales usados y la alfombra persa que cubre buena parte del pavimento de madera. En este salón, además, se puede ver mundial sentado en el sofá, desde la mesa del comedor o, incluso, mientras cocinas.