La gran innovación que hizo que la silla de breuer fuera catalogada como revolucionaria fue su forma de producción. En la época, hacía poco tiempo que se había descubierto cómo moldear el acero para acoplarlo a diversos diseños y nunca antes de había aplicado mobiliario. Además, era un material más económico, higiénico y ofrecía confort sin necesidad de incorporar muelles
El fabricante de acero alemán mannesmann había ideado este proceso para producir tubos de del material sin costura. Esto permitía permitir doblarlos sin que se rompieran en las uniones. Así es como esta tecnología que breuer vio en los manillares de bicicleta fue usado en su silla más famosa.
El modelo inicial de 1925 sufrió alguna modificación y dos años más tarde se construyó el bastidor de la versión actual que se compone de un tubo continuo, sin ninguna junta que, al doblarse, circunscribe un espacio cúbico. La estructura original era de acero niquelado y después paso a ser cromado.
Apenas terminado el primer modelo, sus contemporáneos empezaron a imitarle en el uso del acero tubular.
Para breuer "la estructura no es sólo una solución sino también es un principio y una solución".